El próximo 6 de Julio, el Laboratorio de Calidad de Granos de INIA La Estanzuela estará cumpliendo sus jóvenes 90 años. Es sin duda un hecho importante que nos enorgullece y que deseamos compartir con toda la familia “Estanzuelana” a decir de Don Alberto.
 
Algo de historia
Durante los años 20, La Estanzuela ya era reconocida por el impacto que tenía en el agro sus logros científicos. Pero hasta ese momento, no se tenía “en cuenta la selección del grano por sus bondades industriales” (Diario El Día, 10 de julio de 1929), por lo que se decidió crear el “Laboratorio de Molienda y Panificación”, que fue inaugurado el 6 de julio de 1929.
En estos 90 años, el laboratorio cambió de edificio (empezó donde hoy es el laboratorio de suelos, y hoy está en el edificio principal de la estación) y cambió de nombre (se llamó “Tecnológico” y hoy “de Calidad de Granos”), pero la esencia de la propuesta de su ideólogo, el Dr. Alberto Boerger, sigue siendo la misma: “que nuestros granos logren la calidad apetecida en los mercados mundiales”, porque “no está precisamente reñida la cantidad con la calidad de la cosecha”.
Surgió como apoyo al mejoramiento de trigo, pero el laboratorio hoy integra además los programas de mejoramiento de cebada y soja, además de proveer de información para la evaluación de cultivares de las mismas especies más sorgo, y participa de toda investigación de INIA de desarrollo de tecnologías que puedan afectar la calidad industrial de los cultivos, incluyendo efectos climáticos, manejo de suelos, protección vegetal, etc. Más allá de actividades internas de la institución, desde el laboratorio se han liderado proyectos junto a otros institutos de la región, y participado de proyectos de alcance global (varios países de Europa, Canadá, USA, México, todo Procisur).

¿Qué hacemos?
Se cuenta con el equipamiento tradicional de un laboratorio de alimentos (para determinación de proteína, lípidos, humedad, cenizas), y en particular de cereales (reología, determinación de gluten, Falling Number, etc.) en combinación con tecnologías de última generación (Espectrofotometría de Infrarrojo Cercano, Resonancia Magnética Nuclear), además de capacidad molinera para extraer harina del trigo en forma similar a la industria y la elaboración de pan como forma de validar las tecnologías desarrolladas.
 
¿Quiénes lo hacemos?
El capital humano actual está integrado por cuatro integrantes permanentes, a los que se unen zafrales y estudiantes para actividades específicas. La búsqueda de la mejora permanente ha llevado a trabajar en acreditación en la Norma ISO 17025.