ANTECEDENTES
La producción hortícola comprende una
gran diversidad de rubros y sistemas productivos relativamente intensivos en
uso de tecnología, capital y mano de obra.
Se pueden distinguir dos regiones
principales en el país: el litoral norte, especializado en cultivos protegidos
y Tempranos, y el sur, más diversificado, con predominancia de cultivos a campo
y de estación.
Alrededor del 90% de los 2.500
productores hortícolas son de carácter familiar, abarcando cerca de 17.000
hectáreas de cultivo comercial.
La orientación principal de la
producción es el mercado interno siendo la más importante fuente de alimento fresco para la
población y aportando a una alimentación sana y equilibrada. Existe potencial
en varios rubros para sustituir importaciones, incrementar la industrialización
y proyectarse hacia mercados de exportación.
Dada la diversidad de rubros, se
priorizan trabajos de investigación en aquellos de mayor significación: papa,
boniato, cebolla, tomate, frutilla. Ocasionalmente se desarrollan actividades
en morrón, lechuga, zapallo, maíz dulce y zanahoria.
Las principales líneas temáticas de
investigación en INIA refieren a desarrollo y abastecimiento de material genético, control
integrado de plagas, control de malezas y sustentabilidad de la producción,
manejo de cultivos y poscosecha. Se cuenta con protocolos de producción
integrada orientados a mejorar la calidad e inocuidad de los productos.
La diferenciación de procesos, como
producción integrada y orgánica, así como de productos de acuerdo a cultivares,
manejos especiales y mejora en la composición
nutricional y nutracéutica, tratan de
promover su valorización. Para asegurar su reconocimiento a nivel comercial se requiere
implementar procedimientos de trazabilidad, además de mejorar la información al
consumidor (variedades con aptitudes o calidad diferencial).