ANTECEDENTES
Uno de los mayores desafíos del sector
agropecuario es compatibilizar la necesidad de aumentar la productividad y
rentabilidad de los sistemas productivos, mejorar los estándares de calidad de
los productos y al mismo tiempo conservar los recursos naturales y el medio
ambiente.
El Programa toma como base conceptual
al informe Brundtland que define el desarrollo sustentable como el que
“responde a la necesidad de la presente generación, sin comprometer la
capacidad de futuras generaciones de satisfacer las suyas”.
Aborda las temáticas relacionadas a la
interfase entre los diferentes sistemas de producción y el uso y manejo
responsable de los recursos naturales. Se alinea a los enunciados estratégicos
de la Institución que resaltan los conceptos de crecimiento sustentable de la
productividad, conservación y valorización de los recursos naturales,
mitigación de impacto ambiental de actividades productivas, adaptación y
mitigación del cambio climático, desarrollo de agroenergías y el uso sostenible
de la biodiversidad.
Los recursos naturales (suelo, agua,
aire, biodiversidad) son estratégicos en el desarrollo agropecuario del país.
La mayor parte de las actividades productivas tienen impactos sobre los
recursos naturales que, si no son gestionados, generan costos ecosistémicos
(ej. pérdida de biodiversidad), económicos (ej. disminución de la producción,
pérdida de mercados) y sociales.
(ej. efectos sobre la salud). La
investigación y generación de tecnología en INIA se enfoca tanto en el uso
estratégico de los recursos naturales con fines productivos, como en la conservación/protección de los mismos en los diferentes
sistemas.
El escenario agropecuario plantea
grandes desafíos para la sustentabilidad de los sistemas productivos. Se
destacan: la alta presión y competencia sobre el recurso suelo, la erosión y el
balance de carbono y nutrientes de los agroecosistemas, el desarrollo del riego
en sistemas agrícolas y pastoriles, el crecimiento sostenido y la replantación
en el sector forestal, el mayor uso de agroquímicos, la adopción de nuevos
eventos transgénicos, el riesgo creciente sobre la biodiversidad
particularmente en campo natural, la potencialidad del sector para complementar
la matriz energética del país y su relación beneficio-costo para el medio
ambiente, la cuantificación de los impactos sobre los recursos naturales de los
sistemas en un marco de exigencia de los mercados, los consumidores y la
sociedad sobre la inocuidad y calidad de los productos.