La Red Uruguaya de Monitoreo de la Chicharrita cumplió un año
A un año del inicio de la Red Uruguaya de Monitoreo de la Chicharrita (Rumci), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) organizó una actividad en la que investigadores de diferentes disciplinas de INIA compartieron los avances, aprendizajes y resultados obtenidos hasta el momento, y las estrategias y desafíos para el manejo del complejo de achaparramiento del maíz en Uruguay.
La red comenzó a funcionar en agosto de 2024, en respuesta a los primeros casos con síntomas de achaparramiento del maíz detectados en la temporada de cultivos de verano 2023 – 2024 en Uruguay. El achaparramiento es una enfermedad del maíz causada por patógenos transmitidos por la chicharrita Dalbulus maidis.
Con el objetivo de hacer un seguimiento anual, tanto pasivo (vía trampas amarillas pegajosas), como activo (vía red entomológica), de D. maidis (chicharrita) en diversos cultivos previo al comienzo y durante la zafra estival en cultivos de maíz, se creó Rumci.
Según explicaron, el objetivo de la red es identificar fluctuaciones y picos poblacionales estacionales para caracterizar la distribución temporal de D. maidis a nivel nacional; identificar patrones de presencia y abundancia del vector, y evaluar factores meteorológicos que afectan la densidad relativa de D. maidis, incluyendo temperatura, humedad y precipitación. También para elaborar mapas nacionales de distribución de la plaga para productores y técnicos, y evaluar la variabilidad de patógenos en los vectores recolectados, especialmente en relación con el complejo patogénico del achaparramiento del maíz.
La red es coordinada por INIA y participan la Facultad de Agronomía (Udelar) y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca; cooperativas de productores como Unión Rural de Flores y Copagran, y las principales empresas semilleristas vinculadas al cultivo de maíz como Corteva, Rutilan, Pioneer, Syngenta, Nidera, PGG Wrightson Seeds, Agrocentro, NK, Yalfin, Procampo, KWS, Agrofuturo, Bayer, Agroterra, Dekalb, 3Agro y Limagrain.
Al comienzo de la actividad tomaron la palabra por parte de INIA las investigadoras Lic. Biol. (PhD) Silvina Stewart, quien presentó los avances en el entendimiento de la dinámica epidemiológica del achaparramiento del maíz, y la Lic. Biol. (PhD) Ximena Cibils, que repasó algunos aprendizajes obtenidos desde la creación de la Rumci y los resultados más relevantes del relevamiento realizado en la zafra 2024 y 2025.
“La chicharrita estuvo siempre, pero el achaparramiento nos sorprendió a todos en la región. Como grupo respondimos bien el primer año y seguimos progresando, intentando responder a nuevas interrogantes que surgen”, valoró Cibils. En ese sentido, repasó algunos conceptos planteados en la cartilla N° 108 de INIA para el monitoreo y manejo de la chicharrita del maíz.
“El monitoreo temprano y frecuente es clave”, subrayó Cibils. Explicó que no es lo mismo que el vector inocule la planta con los patógenos más adelante en el ciclo, que al principio. “El achaparramiento es importante y tiene mermas en el rendimiento si la chicharrita es vector de los patógenos en los primeros estadios del ciclo”, detalló.
También alertó que “el maíz de segunda es un maíz que está en las condiciones óptimas para el vector, porque el momento en que se siembra, es el momento en que la chicharrita es más efectiva en su ciclo biológico. En años donde se anticipa más la problemática, hay que ser más cuidadosos si se decide sembrar maíz de segunda”.
En cuanto a la zafra 2024-2025, Cibils planteó que el 50% de las chicharritas colectadas tienen patógenos, “algunas con más de uno de los que son problemáticos para el achaparramiento”. “Si bien fue una zafra donde en planta no se vio tan expresada la enfermedad, las chicharritas positivas presentaron un promedio de 1.8 patógenos detectados por individuo, lo que indica una alta tasa de coinfección”, detalló.
Posteriormente, la Ing. Agr. Loana Lluberas presentó las líneas de investigación proyectadas a futuro para fortalecer el abordaje de la problemática, y le siguió el director del Sistema Vegetal Intensivo de INIA, Ing. Agr. Sebastián Mazzilli, que se enfocó en las estrategias de manejo del cultivo pensando en los pronósticos para los próximos meses.
Según los pronósticos y modelos considerados, Mazzilli señaló que se estima que será un verano con efecto Niña, Niña débil o neutro, con incidencia baja de la chicharrita. En ese sentido, señaló que “lo más razonable sería una estrategia defensiva que priorice la fecha de siembra tardía, aunque no al 100%, ya que no sabemos cómo seguirá la población de chicharrita”.
Sugirió una siembra de densidad controlada y evitar excesos, mientras que priorizó el uso de híbridos plásticos, “validados en la zona y tolerantes a las enfermedades asociadas a la chicharrita”, apuntó. Por último, llamó a continuar con el monitoreo y estar alertas a las tendencias, principalmente para quienes decidan hacer siembras más tardías.
Finalmente, dieron lugar al intercambio con los presentes, reafirmando la necesidad de consolidar la Rumci como un espacio de articulación público–privada, clave para enfrentar los desafíos que plantea el achaparramiento del maíz en Uruguay.