Recientemente, se tiende a una reducción del uso de agroquímicos en cultivos, debido a que estas estrategias son perjudiciales para el ambiente y el hombre. Se han promovido estrategias alternativas como el Manejo Integrado de Plagas que permiten controlar la densidad poblacional de insectos-plaga utilizando predadores naturales. Para lograrlo, el primer paso es el relevamiento de las plagas y los enemigos naturales presentes en los cultivos. Para caracterizar las plagas y enemigos naturales del cultivo de trigo, se realizaron colectas mensuales desde la siembra hasta la cosecha en un campo en el Departamento de San José. Se muestreó un área de 60000 m2 mediante trampas pitfall, segado con red entomológica y aspiradora durante seis meses. Las plagas más representativas fueron chinches con el 31% (Piezodorus guildinii), hormigas (Acromyrmex lundi) con el 12% y larvas de la familia Noctuidae (Lepidoptera) con el 11%. Los predadores fueron el grupo más representativo de enemigos naturales con el 31%, dentro de éste se destacan las arañas, fundamentalmente las cazadoras errantes, de la familia Lycosidae, este grupo estuvo seguido por hormigas predadoras con el 32% y carábidos con el 17%. Los parasitoides presentaron un 1% siendo la categoría con menor abundancia. Se evaluaron además los cambios en la diversidad, dominancia y equidad de los artrópodos a lo largo del desarrollo del cultivo, en donde se encontró un incremento en la diversidad en relación con el desarrollo fenológico del trigo. Se presentó además un cambio estacional en relación a la composición de especies del cultivo, con algunas especies de artrópodos presentes únicamente en determinadas estaciones. Los resultados revelan la relevancia de las arañas como principal grupo de enemigos naturales nativos y se necesitan más estudios de predación para determinar el impacto de este grupo sobre las poblaciones de insectos plaga.
