Estamos entrando en los meses fríos con menos reservas que las necesarias. Según estimaciones de Conaprole para la región Litoral Sur los tamberos cuentan con el 70% de las necesidades de forrajes conservados para pasar el invierno. Va a faltar fibra y podemos estimar dos meses de déficit de reservas. ¿Cómo llegamos a esta situación? Para empezar, la fría primavera del 2017 resultó en menores tasas de crecimiento de pasto y menores excedentes de forraje que los normales; en segundo lugar, los cultivos de verano de 2018 tuvieron menores rindes que los pronosticados:tuvieron menor porte por las bajas temperaturas durante la implantación y el primer desarrollo. La situación se agravó más con un estado de déficit hídrico que resultó en menores tasas de crecimiento y mayores consumos de reservas, y finalmente en siembras tardías de verdeos y pasturas. Todo este combo tiene consecuencias directas en el costo de alimentación del tambo porque empuja al uso de reservas y/o concentrados para suplir el déficit.
