1- Minimizar los movimientos de tierra y el afinado excesivo. 2- Utilizar el laboreo vertical y la siembra directa. 3-No ejecutar laboreos a favor de la pendiente, si ésta es mayor al 1%. 4- Dejar protegidos los desagües naturales con pasturas permanentes que mantengan más del 80% de cobertura. No roturarlos no quemarlos con herbicida. 5- Evitar laboreos en cabeceras y remates. 6- Evitar el pasaje de maquinaria a favor de la pendiente, evitando huellado y microrrelieves. 7-No aplicar herbicidas no selectivos en caminos y otros lugares en encauzan el agua de escurrimiento.

En el Uruguay se importan por año entre 7 y 10 cultivares de sandía para comercializar y otros 10 cultivares aproximadamente para experimentar. En los últimos 5 años se han importado entre 150 y 400 kg de semilla por año con un promedio de 250 kg de semilla anual; lo que representa un área de cultivo promedio de 250 ha por año, a una densidad estándar de siembra de 1 kg de semilla por hectárea.

El área de riego es una disciplina que ha sido priorizada a nivel de gobierno como también a nivel Institucional desde hace algunos años, por tanto el desarrollo de tecnologías en estas temáticas son de un alto valor estratégico para los diversos sectores involucrados, y genera nuevas expectativas sobre potenciales de desarrollo. La investigación y la innovación en el uso eficiente y responsable de los recursos naturales pasa a jugar un papel trascendental en este nuevo escenario.

El área de riego es una disciplina que ha sido priorizada a nivel de gobierno como también a nivel Institucional desde hace algunos años, por tanto el desarrollo de tecnologías en estas temáticas son de un alto valor estratégico para los diversos sectores involucrados, y genera nuevas expectativas sobre potenciales de desarrollo. La investigación y la innovación en el uso eficiente y responsable de los recursos naturales pasa a jugar un papel trascendental en este nuevo escenario.